miércoles, 10 de diciembre de 2008

Decires

Américo Díaz Núñez


--Los 10 años de Chávez en el poder han demostrado que Venezuela es otra: sin analfabetas, con satélite propio, avances económicos y sociales nunca vistos antes, plena democracia participativa, el mejor sistema electoral del mundo, sin presos políticos y un largo etc.

--Las misiones sociales garantizan gratuidad de muchos servicios a familias de bajos ingresos; el salario real ha subido varias veces; Mercal vende alimentos a precios subsidiados; la construcción de viviendas sociales supera todos los programas del pasado…

--Todo lo anterior, que sería suficiente para llenar de orgullo a todos los venezolanos, irrita a los sectores que usufructuaban las riquezas nacionales de manera egoísta a través de prebendas, corrupción y malversación de fondos públicos.

--Pero no sólo en el país se niegan los éxitos del gobierno de Chávez en 10 años, sino en la metrópoli imperial y sus satélites latinoamericanos la mezquindad es la manera política de oponerse a los cambios sociales que distribuyen la riqueza en el pueblo para que no la acaparan las grandes corporaciones imperialistas.

--La tragedia real de Venezuela es que la codicia imperial ha sido capaz de derrocar la democracia participativa venezolana, a través de una oligarquía traidora, en abril de 2002, para ofrecer una frustrada dictadura fascista basada en el odio de clase, la represión masiva contra el pueblo, como ocurrió entonces.

--Los seguidores del Imperio están en los medios traidores al país, en los pequeños y medianos partidos corruptos financiados por aquél, en los viejos y nuevos serviles de cuello blanco que mienten al pueblo y se presentan como sus salvadores disfrazados de demócratas; es la oligarquía traidora.

--Ni el Imperio ni sus servidores en Venezuela han cambiado ni van a cambiar de propósitos nefastos. Por eso inventan tantas falsedades contra Chávez.

--Venezuela es una presa codiciada por sus riquezas naturales, por su ubicación geográfica, por su clima, por su prosperidad económica, por su gente hacendosa.

--Por eso y mucho más el país sigue en peligro de regresar a los viejos tiempos como cuando era colonia norteamericana, sucursal de las grandes corporaciones, gobernada por pitiyanquis sumisos al gran capital y llena de graves problemas sociales.

--¿Qué se plantea con la enmienda constitucional? Darle la oportunidad al pueblo de corregir una imprevisión de la Carta Magna: la elección continua del presidente que le cumple y que puede impedir el regreso del fascismo.

--No es cualquier cosa lo que está en juego: la paz en el país, el progreso sin pausa (20 trimestres de crecimiento sostenido de la economía), la inversión petrolera en las misiones sociales y la infraestructura nacional, más educación, más deportes…

--Chile pasó casi dos décadas en las garras del fascismo por obra del binomio Imperio-traidores. ¡Venezuela no quiere ese destino! Somos la patria de Bolívar y nuestro destino es la grandeza de la patria latinoamericana.

--Los mismos factores que rechazaron la Constitución Bolivariana en 1999 no quieren ahora que se enmiende una falla detectada, que no será la única, y aparentan defenderla hipócritamente para facilitar sus planes genocidas y entreguistas.

--Chávez es garantía de progreso social y económico para Venezuela y una prueba de ello es que el desempleo, la pobreza y el subempleo retroceden; avanza la educación y proliferan los deportes; mejoran los servicios y las viviendas.

--Si estuvieran tan seguros de que “la reforma ya fue rechazada” (y ésta es una simple enmienda), ¿por qué desprecian la posibilidad de derrotar a Chávez otra vez, como es su obsesión?

--Farsantes sin remedio, los opositores a este proceso revolucionario pacífico y democrático se atribuyen una victoria electoral inexistente el 23N, para tratar de eludir en realidad otra derrota aplastante con la enmienda.

--Si Chávez se va en 2012, podría regresar la represión contra los estudiantes, contra los barrios, contra los trabajadores; volvería la corrupción institucionalizada y la traición a los grandes intereses nacionales.

--Porque Chávez logró la unidad del pueblo y está consagrado a construir un nuevo sistema socioeconómico justo basado en el socialismo democrático, es porque los enemigos de los cambios no quieren que se quede.

--Quien crea en la democracia debe creer en la voluntad popular expresado en votos.

--Que nadie se haga ilusiones sobre el carácter democrático de la oposición pitiyanqui en Venezuela. Cuando la confrontación es entre patriotas y traidores, estos últimos, si llegan al poder, arrasarán con todas las garantías y expresiones de la democracia, como ocurrió en Chile en 1973.