martes, 18 de noviembre de 2008

Decires

Américo Díaz Núñez


--Dicen algunos optimistas que es una racha o un cambio de marea lo que está pasando, pero todo indica es un cataclismo del sistema, como cuando los dinosaurios ni se imaginaban lo que les iba a pasar.

--El capitalismo es muy bueno para los especuladores y muy malo para los especulados, que son muchos más y ya no aguantan la estrangulación que ahoga sus esperanzas.

--Bush resultó el Calígula grotesco de la dominación imperial moderna, cuyo final puede estar aparejado a la crisis del capitalismo salvaje que conduce a guerras y genocidios, a la destrucción del planeta que comienza con el agotamiento de sus recursos básicos.

--Pero Bush no es sólo una persona. Representa una generación de ambiciosos degenerados como la que construyó a Adolfo Hitler en los años 30 del siglo XX.

--Obama pudiera ser la contra-degeneración imperialista, si se lo propusiera, pero resulta iluso adelantarnos a sus acciones.

--El neoliberalismo arruina a los más débiles y enriquece a los más poderosos, pero también a éstos les llega su derrumbe, que resulta más doloroso porque caen de mayor altura.

--Los TLC podrían traducirse como Trancazos Liquidadores de Campesinos, pues los productores del campo son los primeros arruinados con la competencia desleal de los excedentes subsidiados del agro norteamericano.

--¿Será que, como dice el refrán, “muerto el perro, se le acabará la rabia” a Uribe? Bush se le va, pero el Plan Colombia de entrega de la soberanía continuará seguramente con nuevos matices.

--Claro que la crisis financiera nos afectará a todos, pero eso dependerá del grado de dependencia y de interacción con las metrópolis capitalistas en declive.

--Los 20 de Washington recuerdan a cierta publicidad cuyo lema era: “Permítame pensar por usted”.

--La única manera de democratizar la economía es socializándola. No hay otra.

--Obama ganó las elecciones, pero no el poder.

--Las prédicas de Fidel y Chávez se han venido transformando en realidades, a pesar de todas las campañas de descrédito del Imperio y sus serviles acólitos.

--Razón tenía el presidente Correa cuando dijo que “ésta no es una era de cambios, sino un cambio de era”.

--Es un decir, pero hay que hacerle caso: “Quien vive de ilusiones, muere de desengaños”. Ni el capitalismo se ha acabado ni Obama va a poner fin con las guerras imperialistas.

--A la humanidad le queda un buen trecho de luchas para que haya justicia, paz y prosperidad para todos.

--Va a cumplirse medio siglo de la verdadera independencia de Cuba: 50 años de castigo de sus antiguos opresores y vecinos, que entienden por libertad su dominio y por democracia el control de los ricos sobre los pobres.

--Trafican con las mentiras y se estrellan contra la información veraz y la vida.

--Darle poder al pueblo es un mandato de la democracia verdadera, pero eso sólo lo hacen quienes tienen confianza mutua y claridad de objetivos estratégicos en la búsqueda de la igualdad.