sábado, 1 de noviembre de 2008

Decires

Américo Díaz Núñez


--La destitución de militares responsables de la muerte de jóvenes desempleados en Colombia no es precisamente el castigo a homicidas involucrados en terrorismo de Estado. No hemos oído nada sobre el juicio penal y civil que les corresponde.

--El responsable principal del terrorismo de Estado en Colombia es el Ministro de Defensa Santos, y fue quien anunció el pase a retiro de los terroristas, que cobraban recompensas por sus crímenes. Los premios los paga Santos.

--Lo que pasa en Colombia es de terror: Se criminaliza la rebelión como terrorismo, se aplica el terrorismo de Estado como Seguridad Democrática, se persigue a la oposición pacífica y se dispara contra los indígenas que reclaman tierras.

--Y el drama mayor es la entrega del país a las transnacionales y a los paramilitares que desplazan a la población de sus asentamientos; todo con el aval de unos medios complacientes con el despojo y los crímenes.

--Las ejecuciones sumarias son crímenes de lesa humanidad y sus autores intelectuales no deben escapar a la justicia con poses de jueces de los autores materiales del genocidio.

--Todo esto pasa en una Colombia sumida en la lujuria de la corrupción y la mentira, el terror y la violencia, métodos favoritos de la oligarquía de ese país que en 1948 asesinó a un líder popular justiciero, Gaitán, y desde entonces la danza de la muerte no ha parado.

--Me dirán que la guerrilla también tiene sus culpas. Por supuesto, pero es la parte perseguida y vilipendiada a quien corresponde la autocrítica con un cambio de tácticas para ponerse en sintonía con el pueblo cansado de la violencia.

--Si pasamos a Bolivia, la oligarquía de Santa Cruz no quiere viviendas dignas para los pobres y por eso las destruye con máquinas arrasadoras, lo cual recuerda la conducta de Israel en Palestina.

--En la Prefectura de Pando hubo una masacre de campesinos, pero los cómplices del responsable del crimen masivo quieren ponerlo en libertad, como si no hubiera ningún cargo contra el ex prefecto asesino.

--La IV Flota ya no mete miedo. La espada de Bolívar se le atravesó.

--Ahora se explica por qué a Bolívar lo llamaban El Loco del Sur allá en el Norte.

--La celada preparada contra Chávez en El Salvador explica la razón por la cual Estados Unidos no encarcela ni extradita al terrorista Luis Posada Carriles, en plena libertad en Miami. ¿Será porque todavía lo necesita?

--En México se aprobó una reforma petrolera para entregarle los hidrocarburos a las corporaciones imperiales, porque no hay oligarquía que no sea entreguista.

--El Satélite Simón Bolívar no mereció las primeras planas en la prensa desinformadora de Venezuela porque es una realidad a favor del país, y eso no gusta a los procónsules y acólitos del Imperio.

--Todo signo de independencia tecnológica es un mal ejemplo que debe ser ignorado por inconveniente a los intereses de la Metrópoli, por lo cual es silenciado por sus sirvientes.

--La dictadura de los medios oligárquicos es feroz contra todo signo de soberanía nacional y de progreso popular, y benévola en exceso a favor de las conspiraciones, falsedades y campañas de descrédito impulsadas a favor de la dominación neocolonial.

--Siria pasó a engrosar la larga lista de oscuros lugares del mundo que hay que bombardear.

--El terrorismo de Estado de EEUU tiene como excusa el combate al terrorismo, una de las mentiras colosales del siglo XXI.

--Todos estos sucesos macabros confirman la necesidad de fortalecer las defensas de Venezuela frente a futuras nuevas arremetidas contra su soberanía nacional y popular.

--Ya todos sabemos cuál es el Imperio del Mal, gracias a Mr. Nerón Bush.

--La crisis financiera, producto de la codicia de la banca especuladora contra los compradores de viviendas, hipotecó uno de los mitos del neoliberalismo, y la mano invisible del mercado requirió la indeseable intervención del Estado.

--¿Por qué la oposición más agresiva en Venezuela no apoya la descertificación del país por la DEA? ¡Porque perdería el apoyo financiero de EEUU para conspirar contra la democracia!

--¿Y quien descertifica, preguntamos otra vez, al mayor consumidor de drogas del mundo, cuyo consumo aumenta cada año?