sábado, 12 de julio de 2008

Decires

Américo Díaz Núñez


--Si Israel ensaya en el Mediterráneo un asalto nuclear a Irán, está bien. Pero si Irán se atreve a mostrar cómo va a recibir la invasión anunciada, ¡eso constituye una grave amenaza a la paz en la región!

--Hay quienes apoyan a las monarquías y rechazan una reelección popular legítima. Pero se presentan como demócratas. Creen en la dedocracia sanguínea.

--Colombia está harta de las FARC, grita la ingrata liberada, pero calla que la interminable guerra interna en Colombia tiene harto al mundo.

--Es curioso: las horrendas guerras son alegres fiestas para los buitres del negocio bélico.

--No es invento: en el país de la libertad, el teléfono se transformó en micrófono.

--Habrá que agregar la tortura a las conquistas de la civilización occidental.

--¿Por qué será que en el país de la máxima democracia mundial todos los candidatos son iguales?

--Incluso, el que pidió Cambio, clama ahora por Continuidad.

--Cuando la democracia es un negocio, las libertades populares entran en quiebra.

--Guantánamo, un monumento a la vieja dominación, es también una muestra viva de las antiguas tradiciones del derecho de guerra contra los prisioneros torturados y humillados, en nombre de la libertad.

--Por supuesto que Hitler dejó herederos que perfeccionaron sus crueldades. Y, paradójicamente, algunos son judíos o sus íntimos amigos y socios en el negocio.

--Cuando el terrorismo internacional deja de ser la amenaza, en la lista sigue la temible “emigración ilegal”. No se puede vivir sin miedo.

--Si Chaplin viviera, su siguiente dramatización sería La Nueva Invasión a Europa.

--La prensa española no es original en nada: repite las mentiras de la CIA y se copia de las mamarrachadas de los medios mafiosos de Miami. Eso debe ser un negocio lucrativo, porque ni vergüenza le da.

--En el futuro, las guerras serán contra las máquinas… para pelear por los alimentos.

--Si no fuéramos tan civilizados, tal vez seríamos más felices.

--Los que huyen a Europa de las guerras fratricidas, la miseria y el desempleo en África, continente primitivo, tendrán el consuelo de un hambre, una prisión y una persecución exquisitamente civilizadas.

--García Márquez nos asombró con sus fábulas. Uribe con las suyas.

--Me quedo con Macondo, porque al menos allí no llegó la computadora mágica del diabólico Santos.

--¡Que bueno, Chávez se está convirtiendo encantador de serpientes!