Los éxitos del Imperio

Américo Díaz Núñez

Además del éxito “casi conseguido” con la trágica invasión de Irak (tal vez cuando complete el millón de muertos se dará por satisfecho), Estados Unidos puede anotarse otras victorias espeluznantes de los últimos tiempos bushianos:

1. La masacre de 23 guerrilleros y estudiantes mexicanos dormidos dentro de territorio ecuatoriano el 1 de marzo de 2008, con la ayuda de militares colombianos en operación dirigida por el propio Uribe, una hazaña muy propia de un individuo de su calaña.

2. El intento fallido de la ExxonMobil de congelar activos de PDVSA por 12 mil millones de dólares para desacreditar la nacionalización petrolera venezolana, arruinar nuestra economía y darle banderas a una oposición traidora a su propio país que existe en Venezuela bajo los auspicios del señor Bush.

3. Otro intento fallido ha sido dividir y enfrentar a la América Latina en una guerra regional que hubiera dado al traste con la integración en curso y cambiado las reglas del juego favorables a cambios sustanciales en la región. Pero perdió en la Cumbre de Santo Domingo y en la OEA (su reducto del pasado) esta batalla de intriga que antes siempre ganaban sus antecesores.

4. Como no ha podido doblegar con el bloqueo reforzado a Cuba socialista para convertir toda la isla en un gran y tenebroso Guantánamo, multiplicó por cien el financiamiento gubernamental descarado al fomento de la traición dentro y fuera de ese país, en un intento desesperado por anexarse la patria de Martí y Fidel.

5. La “independencia” de Kosovo ya se puso al descubierto: armas y bases militares de Estados Unidos a esa provincia serbia, extracción de minerales y completa dominación económica extranjera. Mientras tanto, Puerto Rico, que sí tiene razones para ser independiente, sigue como colonia norteamericana en el Caribe. Pero de eso ni se habla.

6. La confrontación provocada por los cuerpos de inteligencia de Estados Unidos en la capital del Tíbet a base del enfrentamiento racial ya tiene un saldo rojo de muertos, heridos y presos. Otro foco de tensión, otro éxito sangriento para Bush.

7. Calificado como el peor gobierno norteamericano de la historia, el más mentiroso (después de Nixon), despilfarrador y corrupto, el de Bush ha sido además el más complaciente con el complejo industrial-militar y el lobby judío, pues mantiene guerras criminales en su beneficio.

8. Apoyado en la cofradía de los medios de comunicación cómplices del Imperio, Bush trata de transformar a las víctimas en victimarios; a los luchadores por la democracia y la libertad en bandidos y dictadores; las masacres en victorias por la “seguridad nacional democrática”; a los lacayos a su servicio en “aliados firmes” y al Plan Colombia en punta de lanza de la reconquista del petróleo y el gas en Suramérica, además del control absoluto del negocio del narcotráfico hacia su país y Europa.

9. Protege terroristas confesos y prófugos como Luis Posada Carriles y Orlando Bosh, y encarcela antiterroristas como los Cinco de Cuba. La sospecha de que su administración secreta planeó los atentados del 11 de septiembre de 2001 para tener la gran excusa del nuevo enemigo, tras la disolución de la Unión Soviética una década antes, cobra fuerza cada día, pues su presunta lucha contra el terrorismo no ha sido otra cosa que la legalización del terrorismo de estado a escala planetaria.

10. Como regalo de despedida de su siniestra gestión, Bush deja a un Estados Unidos quebrado, en una profunda crisis financiera que obliga a muchas familias a quemar sus hogares para cobrar el seguro con el fin de pagar las hipotecas de una banca tramposa. Ahí está el resultado final de sus victorias hipotéticas en el mundo y en su propio país.

Presenciamos tal vez la decadencia de un imperio que pretende apropiarse del mundo por la fuerza y la mentira mediática. Habrá que esperar a ver cómo recoge los vidrios rotos el sucesor de este tragicómico cowboy que no metió más la pata porque no le dio tiempo en sus dos tenebrosos períodos presidenciales. Hizo lo que pudo.