domingo, 8 de febrero de 2009

Decires

Américo Díaz Núñez


--En términos de sentimientos, la verdad es que España siente nostalgia autoritaria de su antiguo poder imperial en la América Latina y su clase dominante de hoy se comporta igual que en el siglo XIX frente a rebeliones en sus ex colonias.

--Algo así, pero con una mezcla de rabia y brabuconada de perdedor, debe sentir el estamento imperial de los Estados Unidos ante el rechazo creciente en lo que fue su patio trasero hasta hace poco, al soltar a sus perros de presa de la IV Flota a patrullar mares ajenos.

--Por eso, españoles de alto coturno y gringos imperialistas y sus medios subordinados tratan a nuestros presidentes revolucionarios como alzados irreverentes que arremeten contra los antiguos imperios, que tanto nos humillaron y explotaron durante 400 años en su conjunto, cuando en realidad lo que hacen es ponerlos en su sitio.

--Las palabras claves hoy en las luchas en Latinoamérica son independencia e integración, justamente las que nunca aceptan los imperios ni sus lacayos.

--Entre las curiosidades que mueven a risa en la América Latina está la larga e ingenua investigación de las Casas del Alba en el Perú, que ahora mete sus narices en Bolivia para averiguar qué hay detrás de una emigración de 14 mil peruanos hacia un hospital gratuito en la vecindad del Alba.

--Alan García sigue en la prehistoria del neoliberalismo junto con Uribe, aliado al verdugo de los pueblos latinoamericanos e intrigando contra el proceso revolucionario bolivariano de la manera más primitiva y torpe, mientras en su pueblo aumenta la pobreza y el abandono.

--El diario franquista ABC de Madrid elogia al Comando opositor reunido en Puerto Rico, colonia estadounidense hasta ahora, y con cara bien lavada los conspiradores de ese comando critican la injerencia de los presidentes latinoamericanos que hablaron en Caracas de la enmienda.

--Mientras el gobierno sionista de Israel arroja plomo derretido a la población civil de Gaza (así se llama su operación bélica con más de mil muertos y 3 mil heridos como saldo), el Mossad actúa en Argentina y Venezuela para desacreditar las condenas a esos crímenes brutales mediante operaciones de distracción y confusión.

--Ahora Israel anuncia oficialmente a través de uno de sus ministros que su próximo objetivo es el asesinato del Primer Ministro y líder de Hamas en Gaza, Ismail Haniye. ¡Y eso tampoco es terrorismo de Estado! Los terroristas son las mujeres, ancianos y niños sacrificados en Gaza por el ejército israelí.

--La investigación policial de la sospechosa incursión durante 6 horas en la Sinagoga de Maripérez en Caracas debe tomar muy en cuenta que los presuntos delincuentes no robaron nada y actuaron con una tranquilidad impropia de tales, por lo cual parece una operación política del Mossad.

--Eso de que se llevaron la base de datos (por seguridad, escrita probablemente en hebreo) de los feligreses judíos, con fines de crear terror entre ellos, es un dato digno de tomar en cuenta en la investigación de esa irreverencia calculada.

--El Mossad o la ultraderecha pitiyanqui, expertos en montajes efectistas pero burdos, podrían estar detrás de este atentado que le dio la vuelta al mundo como noticia, para contrarrestar la ruptura de relaciones de Venezuela con Israel y poner la pelota en terreno bolivariano.

--Por supuesto, los propagandistas de la oposición dicen que había patrullas de la policía custodiando a los asaltantes y demás cuentos a los que ya estamos acostumbrados.

--Todo el mundo sabe que en Venezuela no hay antisemitismo, pero sembrar la duda es el rol de los buscadores de conflictos.

--Los de las bombas lacrimógenas contra el Palacio Arzobispal es otra acción de propaganda para hacer ver que en Venezuela hay una guerra religiosa, y ya sabemos quiénes son los interesados en crear matrices falsas de opinión.

--La guerra es mediática y eso hay que tomarlo en cuenta todo el tiempo, como hasta ahora hemos tratado de hacer, y ella se intensifica cada vez que hay una confrontación electoral, que es terreno que hemos escogido los revolucionarios en Venezuela.