lunes, 14 de abril de 2008

Razones del triunfo histórico del maoísmo en las elecciones de Nepal

Carlos Aznárez
Resumen Latinoamericano


No es poca cosa lo ocurrido en Nepal. Son años de lucha guerrillera, desacrificios y contrastes sobre el campo de batalla, de miles detrabajadores, campesinos y campesinas masacrados por las bombas y las balas de una de las peores dictaduras monárquicas de la región, que ahora se revierten en una victoria popular intachable.

"Estamos sorprendidos", dicen los adoradores del "terrorismo mediático", "estamos consternados", sostienen en Washington quienes abrevan en el discurso injerencista de George W. Bush, porque no pueden entender cómo ha sucedido lo que para ellos es una hecatombe. ¿Maoismo en éstas épocas?, susurró, preocupado, a un periodista el genocida español Javier Solanas.

La respuesta la dieron en la calle los y las nepalíes que con una tenacidady una conciencia blindada no sólo combatieron en la guerrilla sino que-recordemoslo bien- desafiaron a la policía y al ejército del rey Gyanendra,y fueron encarcelados, golpeados, torturados y hasta desaparecidos por surebeldía, pero no cesaron de pelear nunca.

Así, durante años en la selva y en la montaña como guerreros y guerreras, yluego en imponentes manifestaciones que a partir de 2005 inundaron lascalles de Katmandú y otros importantes centros urbanos del país, exigiendola abdicación del monarca, se fue gestando este presente de victoria.

Por eso, no se trata de ninguna sorpresa. Sorprendidos pueden estar loscómplices internacionales de quienes hundieron a Nepal en la miseria y nocreían en lo que desde hace mucho tiempo se anunciaba en los muros de lascalles de Nepal: "La monarquía caerá y gobernará el pueblo dirigido por elcamarada Prachanda". Ahora que el momento llegó, son los mismos"observadores" europeos y yanquis los que tienen que dar "la ingratanoticia" a sus diferentes metrópolis. Para ellos, comienza una pesadillaimpensada. Para el pueblo de Nepal, se abre un camino de esperanza yconstrucción del poder popular.

Cabe señalar que Nepal es un pequeño país situado entre la región china deltambién convulsionado Tibet y el norte de India, con una superficie total de140.000 kilómetros cuadrados. Alli viven aproximadamente 24 millones dehabitantes, la mayoría de ellos habitando zonas rurales y en condiciones deextrema pobreza.

El actual Estado nepalés, creado hace dos siglos y comandado por un puñadode moribundos feudales, adoradores del capitalismo, ha sido acosado pormuchas contradicciones irreconciliables que todos los esfuerzos reformistaspara remendar la superestructura político-cultural, así como la baseeconómica, no pudieron contener el deslizamiento gradual hacia su colapsototal, y de esas cenizas surgieron los actuales fuegos.

Nepal es ahora el segundo más pobre del mundo. Como bien afirmara el PCN (M)en uno de sus llamamientos al pueblo para que se rebelara en las urnas: ³Ladesigualdad económica, en la que el 10% de los ricos es dueña del 46,5% delingreso nacional, es una de las peores del planeta; el 71% de la poblaciónvive debajo del nivel de pobreza absoluta; el 90% de la población vive en elcampo en condiciones primitivas y el 81% trabaja en agricultura primitiva;solo el 10% de la población tiene trabajo y el 60% está subempleado; casi untercio de la fuerza laboral se ha visto obligada a ir a trabajar en India yotros países donde los salarios son míseros o se han incorporado a las FFAA mercenarias de India e Inglaterra; el dominio imperialista y de potenciasexpansionistas en todas las esferas se está profundizando y más de dosterceras partes del presupuesto para el desarrollo depende de préstamosextranjeros².

El contraste a esta situación de vida paupérrima lo da, en Nepal, subellísima geografía donde se encuentran los montes Himalayas y el monumentalpico Everest, tan visitado por excursiones planificadas por sectores de laalta burguesía europea y no pocos aventureros juveniles que con sus mochilassuelen llegar hasta la maravillosa Katmandú.

De la lucha armada al triunfo en las urnas
No son pocas las organizaciones político-militares que han tratado derecorrer el camino que hoy parecen estar culminando los partidarios delmaoismo nepalí. Sin embargo, casi todos los esfuerzos en ese sentidoculminaron en negociaciones -generalmente a la baja- entre el poder al queintentaban derrocar y las fuerzas insurgentes. Lo que marca la diferencia eneste caso, es que mientras en otras experiencias las guerrillas se hallaron frente a la imposibilidad de obtener una victoria militar, en este casonepalí, el poderoso ejército popular construido durante años por el PCN (M)y su influencia indiscutible entre el pueblo pobre (allí está el recuerdo delas grandes huelgas contra la monarquía) fue forjando una realidad de hierroque ni siquiera la presión internacional a favor de la realeza pude desconocer.

Veamos entonces, quienes son los vencedores de este presente nepalí y de quérincones de la historia reciente del país, proviene este reconocimientootorgado por el pueblo en las urnas.

El Partido Comunista de Nepal (Maoísta) fue fundado en 1949, pero recién en1994 se produjo su relanzamiento como organización político-militar maoistaliderada por Pushpa Kamal Dahal (más conocido como Camarada Prachanda). Fueformado tras una escisión del Partido Comunista de Nepal (Centro de Unidad),cuya denominación empleó hasta el 13 de febrero de 1996, cuando susseguidores decidieron levantarse en armas contra el gobierno realista. Esedía, en todo el territorio nepalí se escuchó el grito de batalla que dioorden para comenzar la guerra popular prolongada: ³La rebelión sejustifica².

En ese momento el Partido estableció inequívocamente en el denominado ³Plandel inicio histórico de la guerra popular², que esta guerra popular seproponía construir un Estado de Nueva Democracia, para luego ³marchar alsocialismo y finalmente al comunismo pasando por una serie de revolucionesculturales bajo la dictadura del proletariado, y por tanto es parte integraly un componente de la revolución proletaria mundial². Como lo manifestara enun documento en 1996, el líder del PCN (M), el Camarada Prachanda, ³estalucha seguirá las leyes objetivas del desarrollo de la guerra popular pormedio de sus diferentes etapas estratégicas y vueltas y revueltas, jamásdeteniéndose hasta que logre su meta final: la sociedad sin clases, elcomunismo universal que tan brillantemente enunció Mao en su teoría decontinuar la revolución bajo la dictadura del proletariado. Por tanto,muchos más de nuestros hermanos y hermanas de clase tendrán que hacer elsupremo sacrificio y dar la vida para que sigan ardiendo las llamas de larevolución hasta que todo rastro de la sociedad clasista quede en cenizas yalcancemos el comunismo porque, como dijo Mao tan aptamente: o todosentramos al comunismo o nadie entra².

Hasta antes de convertirse en partido político y en opción electoralvictoriosa, la guerrilla maoista dominaba el 80% del país, estableciendogobiernos locales y regionales en varios distritos. Tras un año de pequeñasescaramuzas, lograron asentarse en la parte central del país junto a lastierras bajas del Himalaya (al este y oeste de Katmandú). Los guerrilleros yguerrilleras fueron creando organizaciones nacionales de apoyo entre lasminorías de Magar, Gurung, Tamang, Newar, Tharu, Rai, Limbu y Madhise, asícomo de los nepalíes, formando un amplio frente llamado Samyukta Jana Morcha(SJM) o Frente Popular Unido (Maoísta), cuyo presidente era BaburamBhattarai.

Quienes apoyan a los maoístas argumentaban que liberaron a la población deltiránico sistema de castas, dando igualdad de derechos a la mujeres (tantoen la lucha guerrillera como en los frentes de masas, ellas jugaron un papeldestacadísimo), y que se enfrentaban a una monarquía opresora y autoritaria,ahora finalmente derrotada.

Una estrategia de guerra popular
EL PCN (M) se adhería a la estrategia maoísta de guerrillas y guerrapopular, según la cual les serviría para tomar un control gradual del campohasta rodear las ciudades, sólo luchando con las fuerzas gubernamentalescuando ellos superan en número significativamente al enemigo.En 2001, el Ejército nepalí comenzó una campaña militar contra los rebeldesmaoístas, especialmente en las áreas occidentales del país, conintermitentes alto el fuego.

El Departamento de Estado de Estados Unidos incluyó a este partido en sulista de organizaciones terroristas (algo que aún rige), y envió cientos demillones de dólares en ayuda al gobierno de Nepal para combatirles.

Cuando en 2005 el rey Gyanendra tomó el poder absoluto el partido convocóuna huelga general indefinida en abril de 2006, junto a otros siete partidosopositores, lo cual llevó al rey a anunciar que restituía el Parlamento.

Aunque los otros partidos finalizaron las movilizaciones y nombraron a uncandidato a primer ministro, el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) rechazóla decisión del rey, por boca del mismísimo Prachanda, por considerarla unaconspiración para permitir que continuara en el poder.

Asimismo, Prachanda acusó a la alianza opositora de incumplir el acuerdo quefirmaron en doce puntos y de haber traicionado las aspiraciones del pueblonepalí. Además, anunció que continuarían bloqueando Katmandú hasta que secumplan sus demandas, pero el 26 de abril de 2006 levantaron el bloqueo delas carreteras con la exigencia de que los partidos políticos iniciaran lacreación de una asamblea constituyente en su siguiente reunión.

En mayo del mismo año, fueron retiradas los cargos de terrorismo contra losmiembros del Partido Comunista de Nepal (Maoísta), y se cursó a la Interpol la petición de anulación de las órdenes de arresto internacional contra los miembros del Partido. Finalmente en diciembre de 2007 el parlamento abolió la monarquía por amplia mayoría y decidió la reforma de la constitución eintegración de los maoistas en el ejército.Este partido forma parte del Movimiento Internacionalista Maoísta y del Comité de Coordinación de los Partidos y Organizaciones Maoístas del Sur deAsia.

Ahora, contra viento y marea, y en el marco de un aluvión de observadoreseuropeos y gringos (como Mr James Carter), los maoistas se han alzado con untriunfo indiscutible. Victoria que tiene mucho que ver con la tenacidad deuna lucha guerrillera de años y la convicción de que las ideas del PCN (M) están profundamente afincadas en la población de Nepal, que sufrió sobre susespaldas una cruel dictadura monárquica amparada por EEUU y los paises europeos.

El triunfo antimonárquico en Nepal, abre, sin ninguna duda, perspectivas más que alentadoras en otros países que aún sufren gobiernos monárquicos en Europa, Asia y Africa. Son también un llamado de atención para quienesintentan una y otra vez, desalentar a los que luchan con las armas en lamano (cuando se cierran todas las vías pacíficas) contra los opresores desus pueblos. Sin esa actividad insurgente, constante y prolongada, lavictoria que hoy festejan los nepalíes en la calle hubiera sido imposible de lograr.